Poder ciudadano
09/04/2015
Corren tiempos convulsos que, sin llegar a sonar a revoluciones, si anuncian cambios que, el tiempo dirá, consolidarán o no un futuro más o menos favorable al hombre, al animal político, entendiendolo en su acepción clásica (la política no es sino la «cosa de todos»). Los movimientos ciudadanos se suceden, con ciertos lastres en un pasado del que siempre intentamos deshacernos sin haberlo asimilado antes con sus pros y contras, luchando por un futuro distinto a los apergaminados, clasistas y conservadores (sean de la ideología que sean) esquemas actuales obviamente caducos para el ciudadano.
Decía una profesora mía que los cambios de pensamiento son siempre los más lentos de cuantos se pueden dar en la historia del ser humano, por lo que hay que esperarlos con paciencia. Por otro lado iniciativas quizás más tangibles como las emprendidas por los colectivos de ciudadanos (ej. FACUA y su actual compra colectiva de carburante, tras el éxito de la compra de electricidad), nos acercan cada día más a esa utopía del poder ciudadano, de que si vamos a una, siempre seremos más y más fuertes que los que creen mover nuestro hilos desde sus cómodas poltronas. Accion local para cambio global, cada persona cuenta. Nunca lo olvidemos.
Publicado el 17 febrero, 2016 en Vida. Añade a favoritos el enlace permanente. Deja un comentario.
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