Donde el viento da la vuelta
Las nieblas del tiempo aun guardan lugares donde el tiempo se paró. Gusta ver que en esta era en la que todo parece estar más que «controlado y civilizado» existen espacios para el hombre y la tierra, frente a frente, sin más fuerzas que sus piernas, su mente y su corazón.
Galicia esconde algunos de esos lugares. Su punto más norteño sitúa en el imaginario de generaciones el puerto de las almas que abandonan esta tierra hacia otros planos espirituales. Lugar celta cristianizado, como tantos, por la «presencia» apostólica de S. Andrés, al que hay que ir, si o si, si se quiere descansar en paz.
Tradiciones casi perdidas, naturaleza feroz que casi oculta las sendas que hacia él discurren, y lugar para vivencias. Teixido es de esos lugares donde el viento da la vuelta, pero no los pasos de los peregrinos que hacia él discurren. Alejado de aglomeraciones, encierra un acervo de costumbres que merece la pena vivir y mantener. Camino del Mar, ve mejor de vivo y los disfrutarás más.
Publicado el 12 julio, 2016 en Viajes. Añade a favoritos el enlace permanente. Deja un comentario.
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